Muchas veces tenemos tarros que nos gustaría usar para decorar, pero parece que les falte algún detalle. Siempre está la opción de poner lazos, llenarlos de algo decorativo, usarlos de macetero... Y les podemos poner un asa de alambre que queda súper cuqui, y además nada impide darle los usos anteriores.
Perdonad la calidad fatal de las fotos, pero me he quedado sin cámara de fotos y mi móbil es una caquita. ¿Me traerán los Reyes Magos una cámara evil (la Nikon 1 ejem ejem) estas navidades? Yo lo dejo en el aire, a ver si alguien lo pilla... ejem ejem! :D
Este es un tarro normal, pero también lo hemos hecho a veces con los botes de Danone vacíos (los de cristal, claro) y quedan una monada.
No tengo fotos del paso a paso, pero lo voy a intentar explicar lo mejor posible.
- Cortamos un alambre de más o menos 4 veces más el largo que queramos que tenga el asa (mejor que sobre, porque siempre podemos cortar al final).
- Por la mitad justa del alambre y con la ayuda de algo redondo (tipo rotulador, por ejemplo) hacemos un ojal y empezamos a enrollar un poquito.
- Con un alambre por cada lado, rodeamos el borde del tarro, juntamos y seguimos enrollando. Para esta tarea lo mejor es usar alicates para no acabar con los dedos sin carne jajaja.
- Cuando hayamos enrollado lo suficiente como para el largo deseado, enrollamos unos 2 cm más que nos servirán para hacer la horquilla del final, que la haremos simplemente doblando el alambre sobre sí mismo.
Detalle de la horquilla. Nos va a ayudar a cerrar. |
Ahora el súper mecanismo de abrir-cerrar jajaja:
Ojal en vertical: abierto (sale y entra la horquilla). Ojal en horizontal: cerrado. |
Un millón de besotes!
Que cosas tan bonitas haces, Patry! Mucha suerte con él, guapa. Besos. Julieta.
ResponderEliminarMuchas gracias :) Un beso!
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